Nació en Exton, en el condado de Rutland,
un bello paraje inglés en donde se encuentra la primera mansión de los Tudor. La
joven Lady Margaret partió de tierras anglosajonas, cuando su prima Jane Dormer
se prometió con el duque de Feria, Don Gómez Suárez de Figueroa. No le hacía
mucha gracia marcharse a la triste España, donde gobernaba el austero y
acomplejado Felipe II, pero lo hizo y acompañó a su prima en sus comienzos como
duquesa de Feria. Ellas eran primas por parte de madres, la suya Lady Sidney era
esposa del barón de Exton, Jacobo Harringhton.
El convento de Santa Marina en la actualidad. |
Fue dama de compañía de la duquesa en el
palacio de Zafra hasta que se casó con el adinerado Don Benito. Debió ser una
dama ejemplar de su época, virtuosa, discreta y buena esposa, conoció al Madrid
y la corte de los Austria, justo cuando el rey mandó a encarcelar a la princesa de Éboli, con
lo cual es muy posible que no se llegaran ni a ver. Ella y Don Benito tuvieron
dos hijos, Francisco y María de Cisneros.
Antes de acabar sus días, ordenó la
construcción del convento, que en un principio fue una ermita dedicada a Santa
Marina y al que donó todos sus bienes, una vez hubiera dejado este mundo. También mandó a construir una estatua de alabastro representando un "retrato de mi persona".
Dejó precisas instrucciones a su prima la
duquesa, que cumplió sus últimas voluntades, y de esa forma hoy sus hijos, ella
y él descansan para la eternidad en el mencionado convento. Murió viuda y sin sus dos hijos, aprovechando que nadie se quedara con la herencia. En el convento ahora se hacen reuniones, conciertos de música o conferencias.
Estatua de alabastro de Margaret Harrington, que está en el convento de Santa Marina. |
- RUBIO MASA, J.C. La iglesia de Santa Marina. Arte e historia de un convento de clarisas. Zafra, 1994.
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